Japón

Japón

29 de abril de 2016

Cine en Tokyo

Hace un par de días, después de acompañar a Kiyo en su trabajo (escuela de fútbol y "volanteada"), fuimos al cine.

Resultó ser el "día de descuento para las mujeres", por lo que mi entrada tuvo un descuento, quedando en 1100 yenes (casi $ 280). Por otro lado, Kiyo tenía un cupón de descuento, por lo que su entrada quedó en 1500 yenes.

La entrada al cine es un poco cara comparado con el precio en Uruguay, en donde la entrada ronda los $200. Sin embargo, si comparo su precio con las entradas en USA, es casi el mismo (recuerdo haber pagado USD 10 por una entrada al cine en Rutland, VT, USA).

Fuimos a ver The Revenant (la película por la cual Leonardo DiCaprio ganó, al fin, el Oscar como mejor actor). Compramos Pop sabor "Butter Shoyu" (manteca con salsa de soja) y té frío de Oolong (al que en japonés le dicen "Uron", ya que no cuentan con la letra y el sonido "L" en su lengua), un té de origen chino, muy popular por aquí. Pedimos un set tamaño mediano por un valor de 630 yenes ($160).






Nos dieron una muy conveniente bandeja en donde apoyar todo... Los japoneses son realmente detallistas, piensan en todo y esa bandeja que se ensamblaba con la butaca lo demuestra a la perfección.


El sabor del Pop: muy rico! Aunque el tamaño mediano resultó demasiado grande para los dos.





Y como bien pueden apreciar, una sala casi vacía.

La película acaba de estrenarse en Japón (sí, un poco tarde verdad? ) pero sin embargo, eramos alrededor de 15 personas en una gigantesca sala.

Probablemente he ido en Japón, un total de 4 veces al cine (3 veces en el 2012), y siempre me encontré con una sala vacía o casi vacía. Y creo que de todas esas oportunidades, esta fue la de más personas dentro de una sala de cine.

 Pregunté a Kiyo la razón por la que normalmente en Japón las películas se estrenan más tarde (mucho pero mucho más tarde que en Uruguay, en donde "The revenant", por ejemplo, se estrenó el 1º de abril). Me dijo que en muchos casos quieren ahorrar en los costos de promoción de las películas y por lo tanto esperan también a ver qué repercusión mundial se obtiene en cada caso en particular. De esa manera también reducen el riesgo de perder dinero en pasar una película poco exitosa.

En el caso de "The revenant", esperaron a los premios Oscar... de esa manera, la gente tendría aún más interés por ver la película y la propaganda se haría sola.

Para que tengan una idea de los estrenos tardíos, aquí todavía no se estrenó Deadpool!





Al final, nos llevamos la ingrata sorpresa de tener que pagar un parking de cine valor 1000 yenes (como $250 uruguayos). ¿Pueden creer que en este cine había un estacionamiento para los clientes, por el cual había que pagar? No es lo más habitual, pero existen lugares así. Sin embargo, no esperábamos que fuera tan caro... aunque en Tokyo todo es un poco más caro.

Definitivamente, al final esa terminó siendo la entrada al cine más cara de nuestra historia. La lección aprendida: no vamos más a ese cine, no nos gusta que nos roben la plata.

Crítica de la película: excesivamente larga... buena actuación de Leonardo DiCaprio, pero lo hemos visto haciendo mejores papeles...

Ya han visto la película, qué les pareció?

26 de abril de 2016

Oiso, Japón

El domingo a la tarde nos fuimos con Kiyo a la casa de sus padres.

¡Fue un emotivo reencuentro después de 4 años sin verlos!

El lunes, almorzamos todos juntos en un restaurante de Okonomiyaki (la noche anterior, me pidieron que yo decidiera el almuerzo del día siguiente). El Okonomiyaki es una de las comidas chatarra japonesas. Consiste en una masa formada por agua, harina, huevo y ñame rallado (en Uruguay lo sustituíamos por papa) a la cual se le agregan gran variedad de ingredientes diferentes (cebolla, ajo, repollo, carne, panceta, mariscos, kimchi, fideos, etc) y un topping de salsa de okonomiyaki (similar a la salsa barbacoa), mayonesa japonesa, bonito laminado y alga nori.

La carta de Okonomiyaki muestra las diferentes combinaciones de gustos que el restaurante ofrece. En este caso, se trató de un restaurante de Okonomiyaki en el cual uno maneja la plancha (a la mesa llegan los ingredientes crudos en un bowl y uno los cocina).










En esta ocasión tuve la oportunidad, entre otros, de probar el Okonomiyaki de Hiroshima, el cual lleva fideos salteados.















Al final se trata de un plato riquísimo pero muy calórico (la comida chatarra es así en todos lados no?). La modalidad de cocinar en la propia mesa es realmente exitosa, aunque para los que no se atrevan, hay restaurantes en los cuales cocinan el okonomiyaki por ti. Sin embargo, es una linda experiencia que vale pena. 

Al terminar el almuerzo, Kiyo y su padre se fueron a trabajar por lo que mi suegra o mi "okaasan" (en japonés) y yo pasamos todo el resto del día juntas. 

Debido a que mi "okaasan" habla únicamente japonés, las conversaciones fueron en japonés. 
Mi japonés es nivel cavernícola así que mi cerebro realmente se exprimió pensando y pensando para armar frases lo más rápido posible. 
Estoy en esa etapa en la que uno entiende más de lo que puede hablar...mis frases normalmente estaban mal hechas, pero "okaasan" entendía casi en todo momento lo que yo quería decir y, en algunos casos verificaba diciendo la frase de la manera correcta; era en ese momento, que yo pensaba: "Si yo aprendí eso, por qué no lo dije bien?". Siento un poco de frustración, pero sé poco a poco voy a ser capaz de hablar más fluidamente. ¡Lo importante es seguir practicando!

Al final del día, "Okaasan" me preparó una deliciosa cena, súper completa nutricionalmente y con lo mejor de lo mejor: sashimi, unas ostras enormes cocidas con huevo en dashishoyu (salsa de soja y caldo de pescado),  salmón a la manteca con limón, arroz (que es el plato principal en Japón) y sopa de miso (lamentablemente no salió en la foto).







Lejos de mi país y de mi familia, pero con una Okaasan que está dispuesta a hacerme sentir como en casa... que está preocupada por cómo me siento, que me anima a seguir esforzándome y que me dice que está feliz de que yo vaya a convertirme en su "musume" (hija). ¡Tener un apoyo así es impagable!

El día de hoy, ya nuevamente con Kiyo, nos fuimos a la playa a hacer ejercicio. Él se juntó allí con compañeros de "football playa" y yo simplemente aproveché para correr por mi cuenta.

La última vez que estuve en Japón, subí 4 kilos en 3 meses, por lo que esta vez decidí tomarme el ejercicio más en serio (porque por supuesto que dejar de comer no es una opción).







La playa aquí no es tan bonita, ya que la arena es más bien grisácea. Pero es realmente reconfortante poder caminar junto al mar (y a unos pocos kilómetros de Kamakura: una muy hermosa ciudad llena de templos).

El camino peatonal junto a la playa, me hizo mucho recordar a las playas en California USA.






Realmente un hermoso día, despejado y de primavera. Muchas personas haciendo deporte profesionalmente (jugadores de fútbol y volleyball), además de un mar plagado de surfistas.






Mientras que un grupo de mujeres, disfrutaban de una mañana entre amigas, bebiendo cerveza, comiendo unos snacks y disfrutando de la vista y del buen clima.

¡Qué ganas de tomar cerveza me daban al mirarlas!






Ya que el padre ("otoosan")de Kiyo tenía el día de hoy libre, aprovechamos a almorzar con él antes de regresar.
A unos 15 minutos en auto desde la casa, pasamos a almorzar en una célebre tienda de Tantanmen.






El tantanmen es un tipo de ramen (sopa de fideos) pero con un caldo muy pero muy pesado (tanto que casi parecía tapioca cocida), muy sabroso y algo picante. 






Algo que me encanta de aquí es que la comida llega a la mesa super caliente (tal y como a mí me gusta) tan caliente que es inevitable terminar con quemaduras en el paladar y la lengua; lo dice alguien que todavía sufre las consecuencias del almuerzo XD

Al final un par de días hermosos. Y hoy ya volvimos a Hachioji, Tokyo!





¡A todos les deseo una muy linda semana!


¡Gracias por continuar pasando por aquí! Después de todo sólo hay blog porque existen los lectores.

23 de abril de 2016

Un día tranquilo

Kiyo tuvo una reunión de trabajo ayer a la noche, hasta las 3 am... Como uruguaya, ese tipo de cosas se viven como un "choque cultural" ya que en Uruguay muy pero muy rara vez alguien tendría una reunión de trabajo hasta tan entrada la noche.

Por otro lado, aquí también es muy común salir a beber luego del trabajo. El jefe o compañeros de trabajo lo proponen y aunque uno desee regresar a casa, la mayoría de las veces se debe aceptar ya que la salida luego del trabajo es parte de la relación y la buena comunicación laboral. 
Antes, este tipo de invitaciones (en las que siempre se bebe alcohol) eran consideradas una obligación más dentro del trabajo, pero en la actualidad la justicia ha actuado para hacer valer el derecho del trabajador para decir que "No", sobre todo ante la invitación del jefe. Sin embargo, dudo mucho de que en la realidad los trabajadores declinen las invitaciones a beber (los japoneses tienden a evitar las respuestas negativas).


Volviendo a lo nuestro... 

Hoy tuvimos un riquísimo almuerzo casero cocinado por la abuela de Kiyo: Nimono (algo así como un estofado o guisado de vegetales y carne), kara age (pollo frito japonés), verduras salteadas, ensalada y por supuesto arroz (el arroz es considerado el plato principal y está relativamente en todas las comidas).







A la tarde aprovechamos a salir a ejercitarnos un poco. A unas cuadras hay un largo camino para peatones que casi no es interceptado por calles, por lo que, de alguna manera, da la sensación de hacer ejercicio por la rambla de Montevideo (a muy grandes rasgos).










Por la noche, monté una bicicleta por primera vez después de 4 años (la última vez fue en Japón, en el 2012). Probablemente debido a mi torpeza, nunca he podido andar en bicicleta con la gracia con la que la mayoría lo hace... pero supongo que también en este caso la frase "la práctica hace la perfección" se aplica, por lo que no me he dado por vencida...

Fuimos en bici a una tienda muy popular en Japón llamada "Don Quijote" o "ドンキホーテ". Allí se vende todo tipo de cosas (ropa, curiosidades, electrodomésticos, cosas para la casa, comestibles, etc) y a un buen muy buen precio. A quienes planean visitar Japón, deberían sin dudar ir de compras a un Don Quijote.







Como fan de Star Wars no pude evitar quedar enamorada de algunas figuras y tazas de esa temática.









Al regresar cenamos otro típico plato de la región: "Curry" o "Kare raisu" (カレーライス). Una deliciosa salsa de curry con verduras y carne sobre arroz. Y en mi opinión, no hay mejor curry que el curry japonés (aunque en Montevideo no se consigue, pueden adquirir cajas de curry en Buenos Aires, en el barrio chino).







Y para terminar el día, reportándome a través de este blog, junto a un vaso de refrescante cerveza japonesa. "Kanpai" ("Salud" en japonés).












22 de abril de 2016

Nuevo diario que comienza...

Hola a todos desde Japón!


Sí... escribí bien! Japón... al otro lado del mundo y después de alrededor de 30 horas de viaje desde Uruguay! Con 12 horas de diferencia y escribiéndoles desde el futuro; mientras que en Uruguay son las 17 am del 22 de abril, aquí son las 17 pm del 22 de abril...

Para ser más precisa, les escribo desde Tokyo, desde un "Family Restaurant", después de haber ordenado "Drink Bar" (bebidas libre) en un japonés "cavernícola".





Sentada, junto a la ventana, con vista a la calle...






Al parecer, la diferencia horaria la vengo llevando muy bien. La clave reside en haber dormido durante el vuelo Dallas-Tokyo (cuando aquí, en Japón, era de noche). Y ya que mis habilidades para quedarme dormida en un avión son pobres opté por una pequeña ayuda (¡gracias fármacos por existir!).






Segunda vez en Japón. La primera vez en 2012. Ahora, me encontré con un aeropuerto diferente y un personal aún más amable.







Y al salir del aeropuerto, pude ver un Japón muy lluvioso pero tan ordenado como siempre.








Primera parada: un muy pequeño y acogedor café de crepes. Café au lait y un crepe de chantilly, banana y salsa de chocolate. Después de todo, soy una pastelera en Japón...una foodie de alma, ansiosa por probar y probar comida.














En Japón llevan la comida a otra dimensión. Si hay algo que por naturaleza es rico, los japoneses se esfuerzan al máximo y encuentran la manera de hacerlo 100 veces más rico. 








Lo siguiente fue dejar las valijas, tomar un pequeño descanso y volver a salir por la cena: Ramen.
Y realmente no podía ser de otra manera. Desde que vine a Japón, me he convertido en una ferviente fanática de la sopa de fideos japonesa más famosa del mundo.

En este caso se trataba de un caldo consistente y sabroso, dos piezas de cerdo cocinado a fuego lento en una salsa maravillosa, fideos exquisitos y cocidos a la perfección, ajo y muchos brotes de soja. Me pregunto si así será el paraíso...






Y aquí me tienen! Segundo día y horas después de un almuerzo delicioso: cerdo empanado y huevo sobre arroz con alguna especie de salsa y una riquísima sopa "tonjiru" (sopa de miso a partir de caldo de cerdo). ¿Tamaño de las porciones? Grande!







El comentario que siempre he escuchado sobre Japón: "Es un país muy caro".
Y para tirar un mito abajo, les cuento que, en lo que a comida respecta, se encuentran muchos restaurantes en donde por un bajo precio se obtiene un plato nutricionalmente completo y, por sobre todas las cosas, exquisito. Tal fue el caso del almuerzo de hoy: por tan sólo 500 yenes ($125 uruguayos) comimos el "lunch set" (el mismo de la foto). Además, las bebidas como el té o el agua están incluidas! Y tampoco hay que pagar propina bajo ninguna circunstancia! Les parece que pueden comer algo así en Uruguay por ese precio? Yo no lo creo.






Para quienes pensaban que la comida japonesa era solamente sushi, espero ir brindando más información de a poco.


¡Gracias por seguir leyendo mis aventuras!





Me despido por hoy, pero muy pronto volveré con más novedades.