Japón

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8 de agosto de 2016

Familia japonesa durante el verano

Estar en Japón durante el verano me ha permitido descubrir otra faceta de mi familia japonesa: disfrutan de estar reunidos todos juntos, tanto como disfrutamos con mi familia Uruguaya.

El verano permite realizar muchas mas actividades al aire libre y como los niños también están de vacaciones, pueden participar mucho más de las reuniones.

Así es que hemos pasado un sábado espectacular, con toda la familia reunida.

Llegamos al pueblo de Oiso (donde viven los padres de Kiyo) alrededor de las 9 de la mañana y en la puerta de la estación nos esperaba el "otouto" (hermano pequeño) de Kiyo.

En casa de mis suegros esperaban mi suegra y la esposa del hermano de Kiyo; nos aprontamos rápidamente y salimos caminando hacia "Oiso Long Beach" (unas pocas cuadras): un parque de agua, abierto únicamente durante el verano.

Allí ya estaban esperando el hermano mayor de Kiyo, junto a su esposa e hijos y mi suegro. Habían armado dos carpitas (con protector UV) en una zona del parque destinada a ese fin.

En las carpitas nos esperaban también una gran variedad de "provisiones chatarra" (tipo papitas chips) y bebidas frías.

Era un día súper soleado y de mucho calor así que casi en seguida de llegar, nos fuimos todos juntos directo a refrescarnos a una de las piscinas mas grandes. Los niños (de 2 y 6 años) equipados con flotadores y botesitos inflables.






El agua de todas las piscinas estaba calefaccionada para mantenerlas a una temperatura "fresca": temperatura más que ideal para ingresar sin tener un choque de frío y para refrescarse en un día de verano.


Había un par de grandes toboganes de los que uno se tiraba con inflables... Kiyo y yo no dudamos en hacer la fila para ingresar al mas grande, del cual te tirabas de a dos, en un inflables doble.

Nos divertimos tanto que estuvimos tentados a hacer la cola nuevamente, pero el sol estaba tan fuerte que decidimos abandonar la idea.






Para el almuerzo del mediodía no faltaron los puestos de comida con gran variedad de opciones de comida rápida japonesa. Nosotros optamos por ramen y "chicken katsu kare" o a la criolla: milanesa de pollo con arroz y salsa de curry.


A la tarde, después de tanta agua, volvimos a la casa de mis suegros para cambiarnos y descansar un poco.  Y luego de jugar un poco con los niños a las escondidas, volvimos a salir todos juntos; esta vez a uno de los eventos más populares del verano japonés: el evento de Hanabi.

Hanabi es una palabra japonesa compuesta por dos Kanjis (ideogramas): el de flor y el de fuego. Las flores de fuego no son otra cosa que lo que en español llamamos fuegos artificiales.

Los festivales de fuegos artificiales tienen lugar normalmente entre julio y agosto y se llevan a cabo en todas las regiones de Japón, repitiéndose cada año.

Muchas personas aprovechan la oportunidad para ir vestidos con "Yukata" (vestimenta tradicional japonesa de Verano). Por lo que en este tipo de evento también es posible admirar los diferentes colores de los hermosos "kimonos de verano" y sorprenderse con tanto elegancia japonesa.

Nosotros llegamos al lugar del evento alrededor de 2 horas antes de que comenzara el espectáculo. En el lugar había un montón de personas reunidas alrededor de un gran escenario en donde recién acababa de comenzar un concierto de un famoso cantante japonés.

En seguida nos separamos en grupos para hacer cola en los diferentes puestos de comida y así poder cenar todos juntos en estilo picnic.






La cena incluyó todo tipo de comida rápida japonesa como takoyaki (bolitas de masa con pulpo), okonomiyaki ("tortilla japonesa"), croquetas, pollo frito, yakitori (brochettes de pollo), etc.


Pusimos unas "alfombras" en el suelo y nos sentamos en el muelle, mirando hacia el agua y los barquitos. Allí hicimos nuestro picnic, esperando ansiosos los fuegos artificiales.






Y en un determinado momento todos los allí reunidos comenzaron una cuenta regresiva en voz alta y finalmente después de decir, con gran entusiasmo, "ichi" (1) un gran fuego se elevó en el aire y explotó en el cielo en brillantes colores.








Todos emocionados miraron los hanabi prestando gran atención y al final todos aplaudieron agradecidos por el espectáculo.

Un gran cierre de broche de oro para un precioso sábado de familia en Japón .

Después de todo, sin importar la cultura, la familia es la familia y a todos nos gusta pasar un buen rato juntos.






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